Como nos expresamos, qué decimos, qué nos callamos

La comunicación es una parte importante de tu vida; cada día buscas formas nuevas de ponerte en contacto con los demás, de conectarte con el mundo que te rodea, pero ¿a qué precio? La falta de tiempo es un problema generalizado: todos lo acusamos y donde más lo notas es en tu relación con los más cercanos. Pero tu estilo de vida no es el único culpable: ¡rompe el silencio en tu lecho de amor! Usa las palabras, perfecciona tus mensajes no verbales y mira con atención a tu amante.

Comunicación verbal / comunicación no verbal.

No se trata de elegir entre un tipo de comunicación y el otro, ni de que tengas que optar, decir si votas a favor o en contra, si prefieres los gestos o las palabras, sino de que te des cuenta de lo importante que son ambos factores para relacionarnos con los demás, para hacernos entender y comprender lo que intentan hacerte llegar.

¿Acaso el sexo no es comunicación?

Es hora de que aceptes esta realidad, en los encuentros amorosos no solo se intercambian fluidos, en mayor o menor medida hay susurros, exclamaciones, ruegos, gemidos y también suele estar presente ese mito que nos ha hecho tanto daño: “las palabras acaban con la naturalidad”. ¿Es mejor entonces jugar a las adivinanzas?

Cosas que funcionan y debemos fomentar.

Supongo que a estas alturas estarás convencido de que puedes mejorar tu comunicación en la cama; por eso te vamos a señalar unas cuantas fórmulas para que todo te resulte más fácil:

  • Cuando se trata de dirigir: procura que tus instrucciones sean claras, precisas y que el tono de voz no sea exigente. Acompaña cada paso de tu amante con una frase de aliento, que le anime a continuar por el camino que tú le marcas.

  • Modelar es otro modo de afrontar la situación: “mira y aprende” procurando que sea una invitación y no una imposición.

  • Cuando se trata de corregir cambia el “no lo hagas así” por “inténtalo de este modo”.

  • Inclúyete en la propuesta de cambio, “vamos a probar algo diferente”.

  • Escucha activa: tu actitud en este papel animará a tu pareja a soltar eso que tanto le cuesta.

Cosas que no funcionan y debemos evitar.

Los malentendidos son difíciles de superar, como también puede resultar complicado retomar la conversación de un tema tan personal como el sexo, después de una metedura de pata. Para que esto no te ocurra aprende de memoria las siguientes claves:

  • Aléjate de las comparaciones: Nunca cotejes a tu amante con otra persona, ni en el físico, ni en sus dotes. Si la conversación os lleva a recordar otras historias, limítate a describir pero nunca compares.

  • No etiquetes el comportamiento del otro o la otra, pues su efecto es doblemente negativo: el que recibe la etiqueta suele rechazarla y mostrar poca disposición a comunicarse e intimar.

  • Evita preguntar “por qué”: este modo de interrogante es recibido como una exigencia y ejercer tal presión puede que produzca un bloqueo, por lo que no conseguirás cambios.

Es tu turno, ¡comienza a comunicarte más y mejor!

(Publicado en Revista Sexologies)