¿Cómo puedo diferenciar los distintos tipos de terapia? ¿Qué hace distinto a un terapeuta de otro? ¿Cómo puedo saber cuál es la terapia que más me conviene?

Estas y otras preguntas acuden a la mente de nuestros pacientes antes de la elección de un psicólogo con el que iniciar una terapia. Sobre todo, si esa persona ya ha acudido a otros profesionales a lo largo de su vida sin que se resuelvan del todo sus problemas, ha sufrido recaídas de distinto tipo y en distintos momentos o si sigue teniendo la sensación, la visión de que su vida no va por el camino que desea, de que algo chirría cuando piensa en todo esto.

Para que cuando termine la terapia el paciente pueda decir frases como estas:

“Es un profesional diferente”.

“Hemos conseguido cambios en mí, que ni yo pensaba que podría lograr”.

“Ahora sí que me conozco y entiendo muchas cosas de las que me han ocurrido en mi vida”.

Para esto, como psicólogos tenemos que hacer un trabajo muy personal con nuestro paciente, ajustado a sus necesidades y características, como un traje a medida. Por tanto, como profesionales necesitamos ser flexibles además de disponer de un abanico de recursos terapéuticos muy variado. Como nos dice la PNL (Programación Neurolingüística) lo conseguiremos si nos guiamos por estos tres conceptos:

  1. Objetivo
  2. Agudeza
  3. Flexibilidad

El uso de recursos proyectivos y asociativos como las Cartas Oh nos permiten obtener resultados óptimos, personales y profesionales, pues su dinámica versátil hace posible ajustarnos al momento terapéutico a través de sus diferentes juegos.

Sus más de siete mil combinaciones son una garantía de flexibilidad, así como su amplia guía de posibilidades, que unida a la agudeza del profesional, siempre siguiendo el camino de los objetivos terapéuticos, desembocarán en la satisfacción del paciente.

En el mazo de Cartas Oh encontramos dos tipos diferentes de tarjetas:

  1. Las Cartas Palabra: apelan a nuestra parte más racional, consciente y ligada a la comunicación más efectiva.
  2. Las Cartas Imagen: con escenas de todo tipo pero poco definidas para disparar lo subjetivo, lo inconsciente, la parte más emocional de nuestro cerebro.

Su uso va desde un guión ceñido hasta la creatividad que despiertan no solo en el paciente, sino también en el psicólogo o terapeuta que las utilice en su trabajo. Los Talleres de Cartas Oh están diseñados para el conocimiento de este rico material dedicando la mayor parte de tiempo al uso y manejo práctico de las fichas. A partir de ahí, comienza el verdadero reto: que cada sesión con las Cartas Oh sea un espacio en el que como profesional encuentres la clave para seguir avanzando en cada caso, con cada paciente. Tú como psicólogo irás también desarrollando habilidades cada vez más valioso en el mundo de lo analógico. Solo tienes que comenzar a hacer tu propio autodescubrimiento y destacar como el profesional diferente que emplea la excelencia en su trabajo. ¿Cuándo quieres comenzar?